El efecto también se transfiere a la siguiente generación en ambos sexos.
Los machos producen de cientos de miles a cientos de millones de espermatozoides dentro de un solo eyaculado dependiendo de la especie. ¿Importa entonces qué esperma ha fertilizado realmente el óvulo? Una investigación publicada en “Proceedings of the National Academy of Sciences” muestra que la selección de espermatozoides de vida más larga dentro de la eyaculación de un varón resulta en descendencia con mejores perspectivas de supervivencia temprana en la vida y de mayor calidad como adultos.
El estudio, realizado por la University of East Anglia (UEA), en Reino Unido, y la Universidad de Uppsala, en Suecia, podría tener importantes implicaciones para la evolución adaptativa y las tecnologías de fertilización asistida, como la fecundación in vitro (FIV). Los autores usaron externamente la fertilización del pez cebra ‘Danio rerio’ para mostrar que la selección de esperma fértil intacto dentro de un solo eyaculado afecta a la aptitud de la descendencia y lleva estas diferencias a la siguiente generación.
Hasta ahora se ha asumido que, en los animales, los espermatozoides fértiles dentro de un solo eyaculado son igualmente capaces de producir descendencia viable; pero se ha investigado poco acerca de la importancia de la selección –donde las influencias ambientales determinan qué tipos de organismos prosperan mejor que otros– en el esperma y la descendencia que produce.
La Dra. Simone Immler, miembro del Consejo Europeo de Investigación en la Facultad de Ciencias Biológicas de la UEA, señala: «Encontramos que la selección de espermatozoides de vida más prolongada produjo descendencia que había aumentado las posibilidades de supervivencia y desenvuelto mejor como adultos que sus hermanos control sin selección de espermatozoides. Así, es posible deshacerse del esperma de menor calidad dentro de un eyaculado a través de la selección en función del rendimiento del esperma».
«Los hijos varones procreados por espermatozoides que viven más tiempo, en particular, mostraron una mayor aptitud, y el efecto también se transfirió a la siguiente generación en ambos sexos», subraya la investigadora principal. El estudio demostró que los espermatozoides con diferentes características existentes dentro de un eyaculado de un solo pez cebra masculino también diferían en su composición genética. En otras palabras, mostró que los genes que residen dentro de cada espermatozoide podría afectar a su rendimiento, una idea que hasta la fecha ha sido rechazada.
Los científicos seleccionaron el esperma en función de la longevidad y el uso de la fertilización in vitro (FIV) para permitirles controlar el tiempo entre la activación de los espermatozoides – que ocurre al contacto con el agua- y la fertilización. Los espermatozoides se activaron inmediatamente y se añadieron a los óvulos en un tratamiento llamado de «tiempo corto de activación» (SAT, por sus siglas en inglés), o se mantuvieron hasta que el 50% de los espermatozoides ya no eran móviles y luego se añadían a los huevos en un «tiempo de activación largo» (LAT, por sus siglas en inglés).
Los hijos nacidos por espermatozoides LAT mostraron un aumento del 7% en la supervivencia frente a los descendientes del esperma SAT. Además, los hijos de espermatozoides LAT produjeron espermatozoides significativamente más rápidos, según las conclusiones del estudio.
A continuación, se evaluó el éxito reproductivo de los machos adultos y las hembras producidos por el primer experimento. Aunque no hubo diferencias entre las hembras LAT y SAT para el éxito de la fertilización, fue mayor en los hombres LAT en un 4%. Además, las hembras emparejadas con machos LAT produjeron un 20% más de óvulos que con los varones SAT.
Immler subraya: «Esto demuestra claramente cómo la selección de un rasgo de esperma dentro de un solo eyaculado –en este caso su longevidad– puede tener un efecto significativo en la progenie producida. Los rasgos de salud estaban fuertemente afectados por la selección de esperma no sólo en la descendencia inmediata, sino que también persistió en la siguiente generación».
«La variación en el esperma producido por el mismo macho en un solo eyaculado tiene efectos pronunciados en varios rasgos relacionados con la salud durante toda la vida y esta variación tiene una base genética. Estos hallazgos son intrigantes y podrían explicar por qué existe tal variación en el rendimiento entre los espermatozoides», apunta.
«Nuestros hallazgos probablemente tendrán importantes implicaciones para los procesos evolutivos claves, además de aportar ideas que son cruciales para las técnicas de fertilización asistida clínica y agrícola, como la fecundación in vitro. Estas técnicas actualmente omiten muchos, si no todos, los pasos de origen natural dentro de la selección de espermatozoides eyaculados, cuyas consecuencias hay que entender», concluye.