Son de difícil diagnóstico, ya que estos defectos no aparecen en el espermiograma ni en la espermiocitograma.

La fragmentación del ADN de los espermatozoides causa muchos casos de infertilidad masculina de difícil diagnóstico, ya que estos defectos no aparecen en el espermiograma ni en la espermiocitograma, según ha puesto de manifiesto una investigación de la Clínica MAR&Gen de Granada, Jan Tesarik, y la bióloga Maribel Galán Lázaro.

«Normalmente, cuando los valores obtenidos en estas pruebas son anormales se recurre a una inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI) para fertilizar el ovocito, pero existen casos en los que esta técnica falla de una manera aparentemente inexplicable, y el origen del problemas está en la fragmentación del ADN de los espermatozoides», ha explicado Tesarik.

Esta fragmentación se debe a diferentes factores como, por ejemplo, el tabaco, las exposiciones profesionales a substancias tóxicas o las enfermedades del aparato urogenital (varicocele). En la mayoría de los casos estos factores producen un estrés oxidativo con la formación de radicales libres.

Ahora bien, según ha explicado Tesarik, existen diferentes tipos de tests diagnósticos que permiten evaluar la importancia de la fragmentación de ADN en los espermatozoides y también varios tratamientos que facilitan la reproducción en casos de fragmentación de ADN.

De hecho, el equipo de investigación de la Clínica MAR&Gen ha desarrollado un protocolo para estos casos, el cual se inicia con el tratamiento oral con vitaminas antioxidantes (A y E) durante varios meses y, en el caso en el que no mejore la situación, se puede obtener espermatozoides con menos fragmentación realizando una biopsia del testículo.

Además de los tratamientos clínicos, el equipo ha desarrollado otras técnicas de laboratorio que pueden ayudar a seleccionar espermatozoides sin fragmentación para inyectar en los óvulos como, por ejemplo, la selección de espermatozoides capaces de ligar ácido hialurónico (PICSI) o el uso de microscopios de gran aumento, los cuales permiten seleccionar los espermatozoides apropiados para realizar una inyección intra citoplasmática de espermatozoides morfológicamente seleccionados (IMSI).

Además de estas técnicas, según ha argumentado el experto, a la hora de abordar los diferentes escenarios donde aparece una fragmentación de ADN de espermatozoides, hay que tener en cuenta otros aspectos específicos de cada caso, como la edad de la mujer, el estado de los ovarios y de la salud en general de la mujer o el número de tratamientos previos con fracasos.