Se estima que más de 18.000 niñas en España están en riesgo de mutilación genital y más de 200 millones mujeres han sido sometidas a esta práctica en países de África, Oriente Medio y Asia donde se concentra, incluyendo poblaciones emigrantes en Europa.
La Organización Mundial de la Salud define la mutilación genital femenina como aquella que comprende todos los procedimientos consistentes en la resección parcial o total de los genitales externos femeninos, así como otras lesiones de los órganos genitales femeninos por motivos no médicos. En la mayoría de los casos se practica en la infancia, en algún momento entre la lactancia y los 15 años.
Se calcula que en España unas 18.400 niñas están en riesgo de sufrir mutilación genital femenina. Se trata de menores de 14 años residentes en territorio español pero originario de países donde la práctica está arraigada. Según la Fundación Wassu de la Universidad Autónoma de Barcelona, el número de niñas en riesgo ha crecido un 63,85 por ciento entre 2008 y 2016.
La Comisión Europea ha firmado una declaración para ratificar el compromiso de la Unión Europea en la erradicación de la ablación: «Se trata de una práctica que casi siempre se inflige a menores; una práctica que constituye una violación de los derechos humanos fundamentales y una forma extrema de discriminación contra las mujeres y las niñas».
Afirman que hay que poner en marcha la prevención mediante la formación de los profesionales que están en contacto con las niñas en situación de riesgo, desde personal sanitario a funcionariado de migración y asilo y fuerzas de seguridad.
En este proyecto de prevención participan 12 organizaciones de 9 países de la UE, incluido España, que junto a la Comunidad de Madrid, hace un año puso en marcha una plataforma de formación on-line ( Guía de Prevención de la Mutilación Genital Femenina).
Las administraciones tendrían que garantizar la asistencia integral a las supervivientes de esta práctica, incluyendo el apoyo psicológico y la terapia sexual y afectiva para tratar las disfunciones que ocasiona y en los casos en que esté indicado, debe además cubrir la reconstrucción genital e incluir estos tratamientos dentro de la cartera de servicios sanitarios.
La mutilación genital femenina está tipificada como delito en todos los Estados miembros de la UE, en nuestro Código Penal desde 1995 (art. 149) y castigada con pena de prisión de 6 a 12 años e inhabilitación de la patria potestad en el caso de menores.
Yolanda Rodríguez Villegas, portavoz de Médicos del Mundo en mutilación genital, ha atendido en 2017 a más de 650 mujeres, y han ofrecido formación a más de 250 profesionales. Las mediadoras procedentes de estos países son claves, por su mayor acercamiento a las familias en riesgo.
En este último año se han realizado más de 150 intervenciones, lo que resulta alentador.