La endometriosis se define como una enfermedad inflamatoria crónica, caracterizada por la presencia de tejido endometrial, fuera del útero, y que produce DOLOR PÉLVICO Y/O ESTERILIDAD.

Las lesiones, aunque mayoritariamente afectan al aparato genital y pelvis, pueden implantar en cualquier parte de la anatomía de la mujer.

La endometriosis suele causar DOLORES CÍCLICOS, es decir, dolores que aparecen o se exacerban durante la menstruación, aunque estos pueden estar presentes todos los días.

Las lesiones pélvicas o del aparato genital producen dolores específicos como son la dispareunia (dolor con el coito, sobre todo en cara posterior vaginal) y la dismenorrea (dolores con la menstruación). Sin embargo, también otros síntomas son posibles: el dolor intercíclico, de características variables en función de la localización de las lesiones, dolores rectales con la deposición, dolores abdominales no específicos, dificultad para la micción o la deposición durante la menstruación…

Un reciente estudio evidencia la existencia de inervación en los implantes endometriósicos, hecho no conocido hasta la fecha. Posiblemente, el propio tejido endometriósico facilite la inervación de las lesiones, creando así unas conducciones de novo, con una alteración en el tipo del dolor percibido.

El dolor de endometriosis tiene características de sensibilización central: un mecanismo biofisiológico de desregulación neurohormonal (lo que implica cambios a nivel molecular, químico y funcional en el sistema nervioso central (SNC) provocando una amplificación y generalización de dolor y una intensificación de otras sensaciones).

Por desgracia, se considera que la demora diagnóstica es de hasta 10 años en el caso de endometriosis profunda. Una adecuada anamnesis, y una alta sospecha clínica, pueden adelantar el diagnóstico. Consulte siempre a un especialista en el tema.

Dra. Mª Teresa Muñoz Fernández

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