Disponer de recursos energéticos para un eficaz funcionamiento de las funciones básicas del organismo, por distintos mecanismos, en periodos prolongados de hambruna, es la teoría evolucionista que nos acerca a estos genes. Este comportamiento fue básico para la supervivencia de los más fuertes. Estos genes ahorradores prevalecen y afectan fundamentalmente a las mujeres que son las encargadas de llevar a buen puerto la gestación y la crianza de sus hijos.
Hoy en día se traduce en las sociedades más ricas al disponer de gran cantidad de alimentos por la presencia de obesidad, síndrome metabólico, alteraciones de los lípidos, principalmente del colesterol, hipertensión y diabetes.
En otra publicación enlazaremos estos genes ahorradores con estas enfermedades y el síndrome de ovarios poliquísticos e infertilidad.