La donación de óvulos es el tratamiento de elección por encima de los 42 años. Es un tratamiento de reproducción mediante el cual, los óvulos obtenidos de una donante son fecundados o por semen de la pareja o procedente del banco de semen. Los embriones resultantes se depositan en la cavidad uterina, endometrio y que ha sido preparado con estrógenos y progesterona durante un periodo no inferior a 12 días. Este tratamiento se mantiene hasta la confirmación de la gestación y no se suspende hasta la semana 11-12 de gestación ó si apareciera la menstruación.
LA COMISIÓN NACIONAL DE REPRODUCCIÓN EN ESPAÑA limita hasta los 50 años la edad para una paciente que se someta a un tratamiento de reproducción asistida y aconseja como necesario realizar un screening de salud previo a las pacientes entre los 40 y 50 años.
A partir de los 40 años se observa una mayor incidencia en la mujer de tumores hormono-dependientes como el cáncer de mama, enfermedades metabólicas e hipertensión arterial que pueden tener una repercusión negativa sobre el futuro embarazo y el bebé.
Por tanto es recomendable un estudio básico de salud para pacientes mayores de 40 años que quieran someterse a estos tratamientos y ser evaluada conjuntamente por el especialista de reproducción humana y por el obstetra que va a controlar la futura gestación y decidir si es conveniente que la paciente deba someterse al tratamiento de reproducción.
Previo al inicio de cualquier tratamiento, además de una revisión ginecológica general, sería recomendable hacer un screening para el cáncer de cuello del útero y el cáncer de mama.
En pacientes de edad avanzada, el pronóstico obstétrico se incrementa de forma desfavorable cuando la gestación es múltiple o cuando la paciente tiene una enfermedad sistémica de base. Los peores resultados clínicos se relacionan con una disminución de la tasa de implantación embrionaria y una mayor tasa de abortos en estas pacientes. Sobre el pronóstico obstétrico, se observa una mayor incidencia de patologías como diabetes gestacional, estados hipetensivos unidos al embarazo o recién nacidos con bajo peso para su edad gestacional, prematuridad y elevado índice de cesáreas.
Por todo ello, estos embarazos deben ser considerados de riesgo y merecen un detallado control de la paciente.
